En el mundo de la computación cuántica, el "volumen cuántico" (QV) se está convirtiendo rápidamente en la cifra que nos indica la potencia real de un ordenador cuántico. Para los operadores, no se trata de una mera palabrería técnica, sino de un posible avance de las herramientas que podrían redefinir el análisis de los mercados, la optimización de las carteras y la modelización del riesgo. Desglosémoslo en términos humanos y echemos un vistazo a las plataformas que actualmente lideran el pelotón en 2025.
¿Qué es realmente el volumen cuántico?
Piense en el volumen cuántico como en la potencia de los ordenadores cuánticos. No se trata solo de cuántos qubits tiene una máquina, sino de lo buenos que son esos qubits, lo bien que funcionan juntos y la profundidad a la que pueden funcionar los circuitos del sistema antes de que todo se venga abajo por errores.
La métrica capta:
- Número de qubits (cuántos "carriles" tiene)
- Tasas de error (lo suave que es la carretera)
- Fidelidad de la puerta (la precisión de cada paso)
- Conectividad (lo bien que enlazan los carriles)
Imagina que intentas conducir un deportivo por una carretera con baches. Aunque tenga 800 caballos, no irás rápido a ninguna parte. Del mismo modo, un ordenador cuántico con muchos qubits pero altas tasas de error no va a resolver problemas útiles. El QV mide el tamaño y la complejidad de los problemas cuánticos que un sistema puede resolver de forma fiable, y su escala es exponencial. Una máquina capaz de manejar un circuito de 8 qubits y 8 capas de profundidad tiene un QV de 256 (2⁸). Si se añade un qubit y una capa más, el QV se duplica.
Cuadro de mando del volumen de Quantum para 2025
Esta es la situación de los principales actores a partir de 2025:

Plataforma | Qubits | Quantum Volume / Benchmark | Notas |
---|---|---|---|
IBM (Garza, Garceta) | 33 / 156 | QV = 512 | Plataforma superconductora estable. Énfasis en el progreso gradual y constante. |
Google (Willow) | 105 | Sin QV público, pero de alto rendimiento | Priorización de la corrección de errores y arquitecturas tolerantes a fallos a gran escala. |
Rigetti (Ankaa-3) | 84 | No hay QV público | Gran fidelidad (~99%) con una hoja de ruta de más de 100 qubits. |
IonQ (Forte) | 36 | #AQ = 36 | Utiliza un punto de referencia diferente llamado "Algorithmic Qubits". |
Quantinuum (H2) | - | QV = 8.388.608 | Actualmente líder mundial en QV. Sistema de iones atrapados todo a todo. |
¿La gran sorpresa? Quantinuum domina absolutamente con un volumen cuántico de más de 8 millones. Es un orden de magnitud superior al de sus competidores. IonQ también es fuerte, utilizando un punto de referencia que refleja el rendimiento utilizable en algoritmos del mundo real.
Sistemas superconductores como los de IBM y Google trabajan para conseguir arquitecturas más escalables. Las máquinas de iones atrapados como Quantinuum e IonQ tienen menos qubits, pero destacan por su precisión y conectividad.
¿Por qué deben preocuparse los operadores?
Ahora te preguntarás: "Eso está muy bien, pero ¿cómo me afecta a mí como comerciante?".
He aquí cómo:
1. Optimización de la cartera
Muchas estrategias de negociación dependen de la resolución de complejos problemas de optimización, como equilibrar una cartera para minimizar el riesgo y maximizar la rentabilidad. Los ordenadores cuánticos están especialmente indicados para abordar este tipo de retos combinatorios mediante algoritmos como el QAOA (Algoritmo Cuántico de Optimización Aproximada). Pero se necesita un QV suficientemente alto para gestionar estos problemas a escala. Cuanto mejor sea el ordenador cuántico, más variables (acciones, activos, restricciones) podrá manejar sin colapsar.
2. Modelización de riesgos y simulaciones Monte Carlo
Las simulaciones Monte Carlo se utilizan en todos los ámbitos de las finanzas, desde la valoración de opciones hasta la modelización del riesgo de cola. Las simulaciones clásicas requieren entre miles y millones de muestras aleatorias. Sin embargo, las versiones cuánticas pueden alcanzar la misma precisión con menos muestras gracias a algoritmos que logran aceleración cuadrática. Esto significa previsiones más rápidas, baratas y potencialmente más precisas, sobre todo en máquinas de alta calidad.
3. Quantum AI en el comercio
El aprendizaje automático cuántico (QML) está aún en pañales, pero empezamos a ver cómo surgen redes neuronales y transformadores cuánticos nativos. Algún día podrían dar sentido a datos de mercado masivos, ruidosos y multidimensionales más rápidamente que los modelos clásicos. Piense en utilizar quantum AI para detectar anomalías en el mercado o reaccionar a cambios bruscos de precios en tiempo real, pero, de nuevo, esto requiere un hardware cuántico fiable y escalable.
4. Generación de números aleatorios y criptografía
Los sistemas cuánticos generan aleatoriedad de forma natural. Esto es ideal para la generación segura de claves o para producir números aleatorios de mejor calidad para simulaciones, de las que dependen muchos modelos financieros. Una máquina de alto VQ garantiza que la aleatoriedad no solo sea rápida, sino también fiable y estadísticamente sólida.
¿Hacia dónde va todo esto?
El crecimiento del VC nos dice algo importante: los ordenadores cuánticos son cada vez más capaces. Cada duplicación del volumen cuántico significa que se puede añadir un qubit más, o una capa más de complejidad, a un problema.
Lo que era imposible el año pasado podría ser factible este año. Por eso los principales fondos de cobertura, gestores de activos y laboratorios de tecnología financiera están prestando atención. No porque la cuántica esté lista hoysino porque la ventaja del mañana será para las empresas que empiecen a crear capacidades cuánticas ahora.
Reflexiones finales
El volumen cuántico puede parecer una métrica de laboratorio, pero para los operadores es una previsión meteorológica, y el cielo está cambiando rápidamente. A medida que plataformas como IBM, Google y Quantinuum sigan ampliando los límites del QV, los casos de uso financiero serán cada vez menos teóricos y más reales.
Un QV alto significa menos errores, cálculos más profundos y resultados más significativos. En términos comerciales, es la diferencia entre adivinar un patrón y verlo claramente a través del ruido.
Así que si usted trabaja en finanzas y aún no se ha sintonizado con la señal cuántica, ahora es el momento. Porque dentro de unos años, esas máquinas que zumban en laboratorios polvorientos podrían estar construyendo los modelos de negociación de última generación que sus competidores ya están probando.